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DESCRIPCIÓN GENERAL
El fluconazol es un medicamento utilizado para el tratamiento y prevención de infecciones por hongos y levaduras que pueden aparecer en lugares como la boca, garganta, esófago, abdomen, pulmones, sangre, vagina, piel, uñas, ojos, próstata, entre otros.
El fluconazol puede encontrarse en presentaciones orales e intravenosas. Se le emplea también como tratamiento profiláctico en pacientes con virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o cáncer. También en pacientes con meningitis o en aquellos que han sido sometidos a cirugías y trasplantes de órganos.
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A TENER EN CUENTA
Notifique a su médico si es alérgico, si está embarazada o piensa quedarlo mientras utiliza el medicamento o si está tomando otras medicinas recetadas o no.
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UTILIZACIÓN
Para evitar síntomas recurrentes, use el medicamento por el plazo completo del tratamiento. Recuerde que muchas infecciones por hongos requieren tratamiento continuo y prolongado aunque los síntomas hayan desaparecido.
Tire las jeringas usadas a la basura, tal como se lo indicó su médico.
Conviene usar cada dosis a la misma hora. En caso de olvido no doble la cantidad del medicamento. Si es casi hora para su próxima dosis, deje pasar la dosis olvidada y vuelva a su horario regular de dosificación.
Guarde el medicamento fuera del alcance de los niños, lejos del calor, la luz directa y la humedad.
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ADVERTENCIAS
No se debe emplear fluconazol junto a otros medicamentos como astemizol (Hismanal), cisaprida (Propulsid), terfenadina (Seldane) o medicamentos que contengan terfenadina (Seldane-D), ya que podrían presentarse efectos secundarios serios que pueden poner en peligro la vida.
El consumo de alcohol mientras está en tratamiento con fluconazol, aumenta el riesgo de efectos adversos.
Si después de unos días, sus síntomas no mejoran o empeoran, consulte con su médico. Su profesional de la salud deberá revisar su progreso mediante visitas regulares.
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EFECTOS SECUNDARIOS
Los siguientes efectos secundarios deben ser notificados de inmediato a su médico: fiebre o escalofríos; sarpullido y comezón. Orina oscura o heces pálidas; enrojecimiento; fiebre con dolor de garganta; pérdida del apetito; ampollamiento, descamación o aflojamiento de la piel y las membranas mucosas (adentro de la boca); dolor de estómago; sangrado o moretones inusuales; cansancio inusual; ojos o piel amarillos.
Los efectos secundarios que generalmente no requieren atención médica son: Estreñimiento, diarrea, mareos, sueño, dolor de cabeza, náuseas y vómitos.
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Enfermepedia publica la descripción de los medicamentos unicamente a título informativo y bajo ningun concepto debe ser tenida en cuenta como tratamiento sin antes haber consultado con un especialista.