El hiposfagma o hemorragia subconjuntival es una colección de sangre en la porción anterior del ojo, por debajo de la conjuntiva. Se produce por la ruptura de pequeños vasos sanguíneos que ocasionan una acumulación de sangre en el espacio situados entre la conjuntiva bulbar y la esclerótica. Es una mancha roja de extensión sectorial sin traspasar el limbo corneal.[1]
Índice
|
Causas, ¿qué lo provoca?
Suele ser de causa desconocida aunque también pueden haber factores desencadenantes como un ataque de tos, estornudos, maniobras de Valsalva, tratamientos con antiagregantes plaquetarios o anticoagulantes, traumatismos oculares, crisis hipertensivas que siempre deben ser descartadas en esta entidad, enfermedades poco frecuentes como son las discrasias sanguíneas (hemofilia, drepanocitosis) y otras alteraciones vasculares como angiomas, telangiectasias.
Hemorragia subconjuntival.
Foto de hiposfagma
Síntomas
Generalmente no da síntomas o puede cursar con sensación de cuerpo extraño. Desaparece progresivamente en un tiempo variable que puede llegar a ser de un mes. Normalmente se reabsorbe en 8-10 días.
La conjuntiva carece de anclaje en la esclerótica y es habitual que durante las horas posteriores a la aparición de una hemorragia, esta siga extendiéndose. Esta circunstancia no debe producir alarma.
Ante un hiposfagma debe tomarse la presión arterial para descartar una descompensación con cifras tensionales altas o una crisis hipertensiva. Si el hiposfagma es reiterado, y sobre todo si se acompaña de hemorragias cutáneas, deben efectuarse pruebas de coagulación.
Tratamiento y cura
No precisa, pero es necesario revisar la presion arterial.
{jcomments on}