Bradicardia (en griego βραδυκαρδία, bradykardía, "corazón lento") es el descenso de la frecuencia cardiaca. Se considera bradicardia a una frecuencia cardíaca inferior a 60 ppm (pulsaciones por minuto) en reposo,aunque raramente produce síntomas si la frecuencia no baja de 50 ppm. Más concretamente supone la emisión, por parte del nódulo sinusal, de menos de 60 ppm, o su falta de función total, en cuyo caso el ritmo marcapasos que toma el control es el del nódulo auriculoventricular, de unas 20-40 ppm aproximadamente.
Generalmente es indicio de enfermedades del corazón, y también puede ser síntoma de meningitis u otras lesiones del encéfalo. La bradicardia no implica necesariamente la presencia de una enfermedad grave, no es rara en los atletas y adultos jóvenes. Normalmente, ocurre durante el sueño. Por sí sola, no requiere tratamiento. Si en cambio va precedida de desnutrición o ictericia o produce desmayos, mareos o debilidad, deberá sospecharse de una condición cardiopática que deberá atenderse de inmediato con un cardiólogo o un médico internista. Causas comunes de un cuadro de bradicardia pueden ser la angina de pecho inestable, la hipertensión esencial, episodios tromboembólicos, daño u obstrucción de arterias coronarias o fallo sistémico de nodos auriculares. La bradicardia, asimismo, debe ser tomada como antecedente para un infarto estable, y aún cuando se presente en atletas o adultos jóvenes deberá ser evaluada cuidadosamente para descartar males congénitos o lesiones de origen infeccioso o químico.
Tratamiento y cura
El tratamiento con drogas no es necesario si el paciente es asintomático. Para pacientes sintomáticos, se solicitan análisis de sangre rutinarios y gases en arterias para verificar el medio electrolítico y la gasometría arterial. Atropina IV puede dar una mejora temporaria en el paciente sintomático, en dosis de 0,5–1 mg IV o ET q3-5 min [dosis máx 3 mg total] (0,04 mg/kg)loj
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