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DESCRIPCIÓN GENERAL
La probenecida se usa en el tratamiento de la gota crónica o la artritis gotosa. No cura la gota, pero después de que lo haya tomado por unos meses ayudará a prevenir los ataques de gota. La probenecida ayudará a prevenir los ataques de gota sólo mientras la siga tomando. La probenecida también se usa para prevenir o tratar otros problemas médicos que pueden ocurrir si hay demasiado ácido úrico en el cuerpo. Además, a veces se usa la probenecida con ciertos tipos de antibióticos para que sean más efectivos en el tratamiento de las infecciones.
Si algo de la información en este folleto le causa preocupación especial o si desea más información acerca de su medicamento y su uso, consulte con su médico, enfermera o farmacéutico. Recuerde, mantenga éste y todos los demás medicamentos fuera del alcance de los niños y nunca comparta sus medicamentos con otras personas.
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A TENER EN CUENTA
Consulte con su especialista si se encuentra en alguno de los siguientes casos:
es alérgico a cualquier otro medicamento;
pueda estar embarazada, o piense que puede quedar embarazada durante el tratamiento del farmaco;
está dando el pecho;
está tomando cualquier otro medicamento recetado o no;
tiene cualquier otra complicación médica, especialmente enfermedad de la sangre o del riñón o cálculos de riñón.
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UTILIZACIÓN
Si este medicamento le causa malestar del estómago, se puede tomar con comida. Si esto no funciona, se puede tomar un antiácido. Si continúa el malestar del estómago (náuseas, vómitos o pérdida del apetito), consulte con su médico.
Para los pacientes que están tomando probenecida para la gota:
Después de que empiece a tomar la probenicida, los ataques de gota pueden continuar por un tiempo. Sin embargo, si toma este medicamento regularmente según sea indicado, los ataques se volverán menos frecuentes y menos dolorosos.
Este medicamento ayudará a prevenir los ataques de gota, pero no alivíará un ataque que ya haya comenzado. Aunque tome otro medicamento para los ataques de gota, siga tomando este medicamento también.
Para los pacientes que están tomando probenecida para la gota o para quitar ácido úrico del cuerpo:
Cuando recién empieza a tomar probececida, la cantidad de ácido úrico en los riñones aumenta mucho. Esto puede causar cálculos de riñón en algunas personas. Para ayudar a prevenir esto, su médico puede querer que tome al menos 10 a 12 vasos (de 8 onzas cada uno) de líquidos todos los días, o que tome otro medicamento para hacer que su orina sea menos ácida. Asegúrese de seguir las instrucciones de su médico cuidadosamente.
Si está tomando este medicamento regularmente y se le pasa una dosis, tómela lo antes posible. Sin embargo, si no se acuerda hasta casi la hora para la próxima dosis, deje pasar la dosis olvidada. No use doble cantidad.
Consejos para conservar o guardar este medicamento:
Guarde fuera del alcance de los niños. Alejado del calor y la luz directa. No lo guarde en el baño, cerca del lavaplatos en la cocina o en otros sitios húmedos. El calor o la humedad pueden deteriorar el medicamento. No conserve medicamentos cuya fecha haya expirado o que no necesita más. Asegúrese de desechar sus medicamentos en un sitio fuera del alcance de los niños.
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ADVERTENCIAS
Si va a tomar este medicamento por un tiempo largo (por ejemplo, más de unas semanas), su médico debe revisar su progreso mediante visitas regulares.
Para los pacientes que están tomando probenecida para la gota o para quitar ácido úrico del cuerpo:
El tomar aspirina u otros salicilatos reducirá los efectos de la probenacida. Además, el tomar demasiado alcohol puede aumentar la cantidad de ácido úrico en la sangre y disminuir los efectos de este medicamento. Por lo tanto, no tome aspirina u otros salicilatos ni tome bebidas alcohólicas mientras esté tomando este medicamento, a menos que haya consultado primero con su médico.
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EFECTOS SECUNDARIOS
Efectos secundarios que deben ser informados a su médico
Menos comunes: Sangre en la orina; dolor en la parte baja de la espalda; dolor al orinar
Pocos habituales: Fiebre, escalofríos o dolor de garganta; sarpullido o comezón; disminución repentina de la orina; hinchazón de la cara, los pies o la parte baja de las piernas; respiración difícil; sangrado o moretones inusuales; cansancio o debilidad inusual; aumento de peso; ojos o piel amarillos
Señales de sobredosis: Convulsiones; vómitos (muy fuertes o continuos)
Los posibles efectos que usualmente no necesitan atención de un especialista:
Estos posibles efectos secundarios pueden desaparecer durante el tratamiento; sin embargo, si continúan o son molestos, consulte con su médico, enfermera o farmacéutico.
Habituales: Dolor de cabeza; pérdida del apetito; náuseas o vómitos (leves)
Es posible que durante el tratamiento aparezca otras reacciónes no descritas anteriormente. Ante cualquier otra reacción anormal acuda a su especialista.
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Enfermepedia publica la descripción de los medicamentos unicamente a título informativo y bajo ningun concepto debe ser tenida en cuenta como tratamiento sin antes haber consultado con un especialista.